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Mostrando entradas de agosto, 2015

Inagotable

... es sólo cuando uno está corto (de ternura o de toda otra fuerza) cuando reconoce su inagotabilidad. Cuanto más damos, más nos queda. Marina Tsviatáieva  (Tomado de "El libro del buen amor", Liliana Lukin)

De la donación y la condonación

Me desilusiona un ser querido. Le he escrito. Es imposible que no me responda lo que en su nombre ya me he dicho a mí misma. Las personas nos debemos lo que nos imaginamos que nos daremos. Condonar las deudas. Aceptar que seamos distintos de las criaturas de nuestra imaginación. Yo también soy distinta de lo que imagino ser. Saberlo es el perdón. Necesidad de una recompensa, necesidad de recibir el equivalente de lo que se da. Pero, si al forzar esa necesidad, se deja un vacío, entonces se produce una corriente de aire, y surge una recompensa sobrenatural. Esta no aparece mientras se posea otro salario: el vacío logra que aparezca. Igual con la condonación de las deudas (que no afecta únicamente al daño que los demás nos han hecho, sino además al bien que nosotros les hemos hecho). Así también se está aceptando un vacío en sí mismo. Lo de aceptar un vacío en sí mismo es sobrenatural. ¿Dónde hallar la energía para un acto sin contrapartida?. La energía ha de venir de otra ...